Declaración de Mendoza
Del 26 al 28 de Septiembre del 2013, Argentina
Confederación Interamericana de Masonería Simbólica
DECLARACIÓN DE MENDOZA
« La Francmasonería es una institución que trabaja por el advenimiento de la justicia, de la verdad, de la solidaridad y de la paz en la Humanidad ».
La Confederación Interamericana de Masonería Simbólica (CIMAS), -reunida en la ciudad de Mendoza, República Argentina, entre el 26 y el 29 de setiembre de 2013, en concordancia con su declaración de Principios de la que surge que “la Francmasonería es una institución que trabaja por el advenimiento de la justicia, de la verdad, de la solidaridad y de la paz en la Humanidad ”, “que condena las guerras de agresión y conquista ”, y teniendo en cuenta que su tradición humanística nos hace ver los fenómenos humanos desde el ángulo de la universalidad y por ello, todo lo que fomente una conciencia planetaria y la unión de los pueblos está dentro de nuestro interés y preocupación:
MANIFIESTA su inquietud por el severo deterioro de la situación actual, en la que imperan las amenazas bélicas, las guerras étnicas y religiosas, el armamentismo, la marginación y exclusión social, la irracionalidad, y el doble discurso desde los centros de poder.
CONSIDERA QUE:
La paz es un equilibrio que debe ser construido, que no sale del pensamiento natural de la humanidad, sino que hay que poner trabajo en la idea, y que así como para que el género humano sea libre debe aprender a serlo, también para vivir en paz debe aprender y construir especialmente este valor y las actitudes que lo manifiesten.
La paz, al igual que la libertad depende del ser humano, y éste con sus influencias espirituales y valóricas debe materializar una vida digna en perfecta consonancia con la sociedad en la que vive.
Debemos trabajar por una paz anclada en la realidad donde las personas no sufran la alienación impuesta por la necesidad, donde el valor de la necesidad no sea la pérdida de la dignidad y de otros valores humanos tan vitales como lo son la Libertad, Igualdad y Fraternidad.
No podemos pensaren la paz si no nos detenemos simultáneamente a pensar en la justicia social. Todos tenemos el poder y el deber de construir y defender la paz día a día, y para ello es necesario desarrollar una verdadera campaña de reeducación de los valores morales de la sociedad, formar hombres y mujeres libres, consustanciados con los valores democráticos y republicanos, y que se sientan actores y autores de su propio destino. La paz necesita justicia, y por tanto el respeto a los Derechos Humanos y el cumplimiento de los deberes propios de cada ciudadano en un Estado de Derecho.
Paz y no violencia, Derechos Humanos, Democracia, Tolerancia, comprensión internacional e intercultural: todo ello debe constituir los diversos aspectos de la construcción de la Civilización Humana.
El recurso de la violencia es de una época que deseamos ver perimida, para que predominen la civilización por sobre la barbarie, y la razón y la justicia por sobre el despotismo.